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Cine medioambiental y cambio de paradigma








Cine medioambiental y cambio de paradigma

Cine medioambiental y cambio de paradigma
Santo Domingo, República Dominicana 26/09/2013


La humanidad atraviesa un momento crítico en todos sus aspectos; lo sentimos a diario en forma de crisis económicas, financieras, sociales y medioambientales, entre otras. Nuestro modo de vivir, producir, consumir, pensar y actuar está cuestionado; se impone una necesidad de cambio de paradigma. El crecimiento de desarrollo del cine medioambiental y el surgimiento de festivales y muestras de cine medioambiental a través del globo corresponde a esta necesidad. La República Dominicana se une a esta inquietud y movimiento internacional a través de su Muestra de Cine Medioambiental. Todos somos parte de la solución.


Medio ambiente
El tema de medio ambiente está presente hoy en día no sólo en conferencias internacionales y programas de gobiernos e instituciones no-gubernamentales; está incluido, resaltado y debatido con mucha pasión y vehemencia en escuelas, universidades, blogs, páginas de Facebook y múltiples formas artísticas.


La verdad incómoda
Creo que recordamos bien cuando en el año 2006 la película La verdad incómoda de repente llevó el tema de calentamiento global a todos los rincones de la Tierra y al epicentro del debate mundial. Aunque el Sr. Gore había estado luchando por promover el conocimiento sobre este tópico y apelando por una acción coordinada para encararlo durante muchos años, una buena película documental de cien minutos parece haber logrado más para crear conciencia y motivar a una mejor actitud que tantas conferencias, debates, diálogos, artículos e informes.


Al Gore mismo en una entrevista confiesa que la película tuvo y sigue teniendo un efecto multiplicador y un impacto transformador incomparable a todo lo que haya hecho antes, incluyendo más de treinta años de trabajo sobre el tema en el gobierno estadounidense y a nivel internacional así como unas mil presentaciones personales a nivel global. Después del lanzamiento de la película, la popularidad del exvicepresidente de los Estados Unidos alcanzó los mayores niveles de toda su carrera y pronto fue honrado con un Premio Nobel y un Óscar.


En cuanto a su efecto en el pensamiento global y las actitudes personales y colectivas, La verdad incómoda representa un momento decisivo después del cual el tema no tan solo de calentamiento global, sino de nuestra actitud hacia medio ambiente y nuestros patrones de producción y consumo, llegan a ocupar el lugar central del debate y ponen en marcha una búsqueda de cambios, la cual está en el proceso.



Jess Search, Director Ejecutivo de la Channel 4 BRITDOC Foundation en su análisis del éxito de dicho filme comenta lo siguiente: “La verdad incómoda, a diferencia de muchas películas, no es el arte por el arte o el entretenimiento por el entretenimiento. La película utiliza el arte para producir un efecto interno sobre la mentalidad del público, lo cual de por sí tiene un efecto externo sobre el mundo debido al cambio en los hábitos y las nuevas acciones de las personas. Una forma artística, la película documental, es usada para afectar cambios en el comportamiento.”


Aunque claramente hay personas que no han visto dicha película, o hasta no han oído de ella, podemos asegurar con certeza que su vida y la vida de todos nosotros ha sido impactada por ella de una manera indirecta. Sir Richard Branson, el gran magnate británico cuyo emporio está compuesto por 400 compañías, afirma en una entrevista claramente que al ver dicho documental su vida ha cambiado y su manera de hacer negocio también. Ahora su conglomerado empresarial Virgin Group tiene como meta ser hasta 70% neutral en emisiones de carbono en el año 2020. Branson dice: “Un día Al Gore vino a verme y me obligó a ver la verdad. Esto me sacudió, no pensé que el problema estaba tan grave. Tengo compañías de aviones y de trenes, y para poder dormir tranquilo, pensé que debo tomar algo de mis beneficios e invertirlo en la búsqueda de una fuente de energía limpia. “ Ejemplos así abundan en todos los sectores: público, privado y no-gubernamental. Los cambios de actitud, producción y consumo se están produciendo a nivel personal y colectivo, lentamente pero seguro.


Cine medioambiental
La película La verdad incómoda es nada más un ejemplo entre tantos del poder que en nuestros tiempos tiene una buena película documental. Los ejemplos siguen en aumento y abundan. En el área de medio ambiente y desarrollo sostenible podemos mencionar, entre otros, The 11th Hour (La última hora), Food, Inc., Wasteland, Chasing Ice (Persiguiendo el hielo), Who Killed the Electric Car (Quién mató al coche eléctrico), Trashed, Flow, Bag It! (¡Basta de bolsas!), Dirt, The Cove (Operación delfín), Vanishing of the Bees (Desaparición de las abejas), Surviving Progress (Sobreviviendo el progreso), The Polar Explorer (El explorador polar).


Los temas van desde el uso sostenible de recursos naturales, conservación de la biodiversidad, manejo de residuos, desarrollo de fuentes de energía renovable y agricultura sostenible hasta el cuestionamiento de los paradigmas sociales y económicos, métodos de manejo y adaptación al calentamiento global y nuevas actitudes hacia los temas de la salud individual y colectiva.


Por primera vez en la historia de cine, el público acude a salas de cine, adquiere DVDs y, cada vez más, descarga películas documentales en sus computadoras, celulares y tablets. En la era donde el medio educativo y comunicacional favorito de todas las audiencias, sin importar la edad, nacionalidad o ubicación geográfica, son la imagen y la película, el poder de los documentales para llevar el conocimiento, presentar un estudio científico, trasmitir un mensaje, inspirar y motivar crece a diario. Las plataformas técnicas han ido acompañando esta tendencias de una manera vertiginosa – las posibilidades de ver, crear y distribuir un producto cinematográfico abruman en su gama y número.


Ejemplos que inspiran
Muchas personalidades de fama cinematográfica están prestando su nombre, tiempo y recursos personales para darle un empuje significativo a la protección del medio ambiente y el uso sostenible de sus recursos. Ellos mismos, con su vida y acciones, abogan por una sociedad que vive con respeto y en armonía a todo lo que representa nuestro hábitat natural: naturaleza, animales, plantas y demás seres humanos. Entre ellos están Leonardo Di Caprio, Brad Pitt, Daryl Hannah, Robert Redford, Orlando Bloom, Emma Watson, Willie Nelson, Bono, Sting, Natalie Portman, y Pierce Brosnan. Muchos de ellos dirigen su propia fundación orientada a promover la conciencia y la mejor acción en el tema de medio ambiente, o prestan sus servicios en una fundación u or ganismo internacional dedicado a estos fines.


La actriz Daryl Hannah comenta en una entrevista: “Antes pensaba que la cosa más importante que podía hacer era simplemente vivir de la manera más ética posible, actuando según mis convicciones. Sin embargo, cuando empecé a entender la magnitud de la crisis en la cual nos encontramos, me di cuenta que era completamente imprescindible que todos nos pongamos a hacer todo lo que esté dentro de nuestro poder… Si no empezamos a vivir de una manera más ética y consciente, usando las soluciones que nos estén accesibles, tenemos un gran problema…”


Un ejemplo brillante en este mundo artístico que dedica sus recursos a la creación de conciencia, educación y promoción de buenas prácticas es Jeff Skoll, primer presidente de eBay y ahora uno de los mayores filántropos en los Estados Unidos, presidente de Participant Productions. Si mencionamos las películas como Syriana, Waiting for Superman (Esperando a Superman), The Visitor (Visita inesperada), Food, Inc., Good Night and Good Luck (Buenas noches, y buena suerte), Darfur Now (Darfur ahora), The Help (Historias cruzadas), Contagion (Contagio), Fast Food Nation (Nación de comida rápida), y The Inconvenient Truth (La verdad incómoda), que son sólo algunas producidas por Participant Media, tenemos una idea clara de qué tipo de filmes crea y apoya esta productora norteamericana creada in 2004.


En la descripción de su misión, Participant dice: “Participant cree que una buena historia bien relatada puede hacer diferencia en cómo vemos el mundo. Participant está aquí para hacer historias interesantes e impactantes, a través de una película de ficción, documental u otro medio de comunicación, que a la vez crean conciencia sobre los temas reales que impactan nuestras vidas. La compañía busca primero ofrecer entretenimiento al público y entonces lo invita a participar y hacer diferencia. Para propiciar esto, Participant crea campañas sociales específicas para cada película dramática o documental que contribuyan al desarrollo de los temas tratados en las películas.” En este sentido, Pariticipant trabaja con más de 600 organizaciones del sector privado y sin fines de lucro que llegan a 75 millones de
personas.


En su evaluación del beneficio que trae cada producción fílmica, Jeff Skoll usa un parámetro diferente al de los estudios convencionales. “Un método de medición de éxito que usamos es evaluar si hay mayor beneficio en hacer la película que poner el dinero directamente en una organización sin fines de lucro que trabaja en esta área. De hecho, hemos tenido casos donde miramos el cuadro de riesgo de la película y dijimos “Es probable que perdamos un millón, o dos, o hasta cinco. Pero es bien posible que obtengamos diez o veinte millones de valor social”. Tomamos riesgo con proyectos que puedan perder dinero porque creemos que el bien producido es mayor que el riesgo. Es una forma diferente de filantropía.” Según su evaluación, las películas que produce Participant crean un retorno social sobre la inversión (SROI – la sigla de “social return on investment”) de entre 2 y 20 dólares estadounidenses por cada dólar invertido.


Hasta la fecha, en nada más nueve años de su existencia, las producciones de Participant han recibido 34 nominaciones al Óscar y han influenciado el debate y las prácticas en las áreas de cambio climático, energía nuclear, migración, relaciones internacionales, reforma del sector financiero, protección de especies en vía de extinción, agricultura sostenible, salud, nutrición, comunicación y educación, entre otras. Nuestro público dominicano se acordará que en el Festival de Cine Global Dominicano y en la Muestra de Cine Medioambiental hemos podido ver Food, Inc., Good Night, and Good Luck (Buenas noches, y buena suerte), The Cove (Operación delfín), Countdown to Zero, Climate of Change y The Inconvenient Truth (La verdad incómoda). La comprensión de nuestro mundo, nuestra conciencia y nuestra actitud serían iguales sin estas películas? No lo creo.


De nuevo, debemos resaltar que aunque no todos hemos visto todas estas películas, nuestras vidas han sido impactadas por ellas. Porque las han visto personas con poder de decisión en sus gobiernos, organismos internacionales, empresas u hogares. Porque muchos han sido motivados a crear una organización de base o sin fines de lucro que ha llevado el tema tratado a los ámbitos de decisión y actuación. Porque muchos han cambiado la manera de cómo perciben el mundo, a los demás seres humanos y la vida. El efecto multiplicador es poderoso, sobre todo en nuestros tiempos de interconexión globalizada.


Festivales y muestras de cine medioambiental
En este contexto mundial es nada más lógico que surja una iniciativa como festivales o muestras de cine medioambiental. Su función no se limita a ofrecer la oportunidad a los cineastas de presentar sus obras sobre el tema de medio ambiente y desarrollo sostenible; ellos representan un lugar ideal de encuentro, intercambio y creación de redes entre los mismos cineastas así como con la audiencia o con posibles distribuidores, patrocinadores y promotores. La simple existencia de estos eventos proporciona el ímpetu para la creación de una mayor cantidad de producciones medioambientales y fomenta una buena calidad fílmica. El valor educativo en el sentido de crear conciencia en la audiencia y fomentar un cambio positivo de hábitos es invaluable.


Aparte de ser encuentros culturales, los festivales de cine medioambiental son eventos de naturaleza científica, social y hasta económica. Numerosos debates, conferencias y talleres acompañan las proyecciones y a menudo sirven de plataforma para varios planes de acción; actores del sector privado, público y no-gubernamental se reúnen e inician programas conjuntos que llegan a tener un valor social y económico.


Arte, entretenimiento, ciencia, educación, conciencia, buenas prácticas y sinergia de esfuerzo son partes intrínsecas de una muestra de cine medioambiental. La energía positiva y creativa de los cineastas, investigadores y el público fluye, construyendo un mismo río que nos da esperanzas de que existen soluciones, hay voluntad y la implementación, si es un tr abajo en conjunto, no puede ser tan difícil.


Uno de los festivales de cine medioambiental más antiguos y más grandes del mundo tiene lugar en Washington DC, Estados Unidos. “Environmental Film Festival in the Nation’s Capital” (Festival de Cine Medioambiental en la Capital Nacional), como lo llaman, celebró su edición número 21 este año proyectando 190 películas de 50 países frente a una audiencia de 31,000 personas. “Con 115 instituciones socias y 75 salas de proyección, que incluyen museos, embajadas, universidades, bibliotecas y teatros locales en todos los rincones de la capital, el Festival es uno de los eventos colaborativos más grandes en el área metropolitana de Washington D.C.”, afirma su página de Internet. De hecho, la Global Foundation for Democracy and Development, la institución hermana de FUNGLODE en Santo Domingo, se unió este año a este gran evento metropolitano presentando películas dominicanas sobre medio ambiente y apoyando la proyección de las demás películas latinoamericanas en el Gala Hispanic Theater de Washington D.C.


Otro festival de cine medioambiental de gran renombre y magnitud es el de Barcelona que se celebrará este año por vigésima vez. En Torino, Italia, se celebró el mayo pasado la edición número 16 de Cinemambiente. En Portugal ce celebra CineEco; en Toronto, Canada, el festival lleva por nombre Planet in Focus (Planeta en Foco); Festival International du Film d’Environnment tiene lugar cada año en Paris, Francia y Wildscreen Film Festival de Bristol, Reino Unido, goza de gran reputación internacional. En los Estados Unidos existe literalmente un sinnúmero de festivales de cine medioambiental; casi cada estado y cada ciudad de importancia, así como lugares turísticos, organizan uno. Hasta las universidades organizan sus festivales de cine medioambiental y entre ellos se destacan los de la Universidad de Yale y Princeton. Algunos de ellos, como Blue Ocean Film Festival, dirigido por una de las consultoras de la Muestra de Cine Medioambiental Dominicana, Debbie Kinder, viaja a través de los Estados Unidos y del mundo, llegando a tener lugar hasta en China.


A esta lista se suman algunas ciudades de Medio Oriente y Asia como Abu Dhabi, donde justamente el pasado mes de abril se inauguró el primer Abu Dhabi International Environmental Film Festival, New Delhi y Tokyo, entre otros. En América Latina, esta iniciativa ha ido creciendo y expandiéndose; se destacan, entre otros, Cinema Planeta y Festival Ambulante en México así como CRiterio Ambiental de Costa Rica.


Y la República Dominicana?
Inspirada por un creciente y entusiasta movimiento internacional y con apoyo de cineastas y medioambientalistas conocidos durante la organización de las primeras cuatro ediciones del Festival de Cine Global Dominicano, nace en el año 2011 la Muestra de Cine Medioambiental Dominicana. Aprendiendo de los mejores, como la directora ejecutiva del Blue Ocean Film Festival, Debbie Kinder; la directora ,de Google Ocean, Charlotte Vick y el director ejecutivo del DC Environmental Film Festival, Peter O’Brien, el equipo organizador de GFDD/FUNGLODE puso en marcha un sueño, muchas ideas y aún más ejecuciones.


Algunas de las ideas estaban claras desde el principio: presentar películas de calidad que traten temas de relevancia, de manera gratuita, a una gran variedad de público, con énfasis especial en niños y jóvenes; acompañar las proyecciones con paneles y conversatorios; crear muchas oportunidades de interacción entre los cineastas, medioambientalistas, científicos y demás actores con el público; propiciar oportunidades de intercambio entre los actores locales e internacionales; fomentar la creación de proyectos y programas en beneficio del medio ambiente y del desarrollo sostenible; y sobre todo: concienciar, educar, inspirar y transformar!


 



Como todos los proyectos que nacen de las ideas, la Muestra pronto empezó a vibrar con su propia vida. Gracias a la colaboración de muchas personas e instituciones en el país, iban naciendo nuevas ideas y proyectos. El interés y el entusiasmo que crecía alrededor de cada película, cada invitado y cada discusión, nos llevó a crear programas como las expediciones educativas al Pico Duarte, en colaboración con Karim Mella y su fundación Siempre Más; Ecohuertos, el programa de huertos comunitarios y escolares en colaboración con Global Coallition for Peace de Washington D.C. y numerosas escuelas y centros comunitarios así como con instituciones sin fines de lucro como Centro Perelló, Fundsazurza y Children International; el programa de Recyclarte, liderado por la artista dominicana Bertha Santana, que recorre todo el territorio nacional. Los socios importantes como Centro Cuesta Nacional, Punta Cana Restort and Club, Cluster Turístico del destino de Puerto Plata, Cluster Turístico Santo Domingo Inc., Banco de Reservas, Odebrecht, y Red Nacional de Apoyo Empresarial a la Protección Ambiental aportan ideas, apoyan proyectos, movilizan sus miembros y socios y construyen sus propias iniciativas a partir de las ideas compartidas en el marco de la Muestra.


El número de ciudades anfitrionas y salas de proyección va creciendo cada año; aumenta el número de películas proyectadas, y a la vez, a través del Premio Globo Verde Dominicano se fomenta la creación de películas medioambientales y mensajes de concienciación dominicanos.


Ahora podemos decir con seguridad y orgullo que la República Dominicana está en el mapa mundial de cine medioambiental, en la misma punta de lanza de América Latina. El público, los cineastas dominicanos y aspirantes a cineastas, los educadores e investigadores, los comunicadores, las instituciones del país y los aficionados, todos son hebras vivas de este tejido viviente, todos son partes ineludibles de este ecosistema que vibra y emana energía en círculos amplificadores. El compromiso y el entusiasmo de todos le confiere una buena salud y sostenibilidad.


Hacia un nuevo paradigma
Al final queda una gran pregunta: por qué precisamente el cine medioambiental? De dónde viene tanto fervor e inquietud por el tema?


Porque nuestra civilización atraviesa una crisis de gran magnitud donde su principal y último soporte está bajo amenaza: nuestro planeta, el ecosistema como lo conocemos hoy y que soporta toda la vida.


Es posible que no todos sientan ahora mismo la presión de esta grave situación, aunque migración, pobreza y sufrimiento por causas de desastres medioambientales y cambios de clima son fenómenos ya aceptados a todos los niveles y en el mundo entero. Sin embargo, todos hemos sido afectados por las recientes crisis económicas, financieras, sociales y de seguridad. Todas ellas son parte de un conjunto, de un paradigma de producción y consumo, de interacción social y con el planeta que se está demostrando como inherentemente destructivo e insostenible.


Los pensadores, científicos, políticos, activistas, artistas y gente común están repensando nuestra manera de vivir, buscando e implementando soluciones. La interconexión planetaria a través de innumerables medios de comunicación y formas de expresión nos permite compartir estas evaluaciones, ideas y soluciones. Las muestras y festivales de cine medioambiental son un importante campo fértil en esta polinización cruzada mundial.


Hemos llegado al punto donde 75% de todos nuestros bosques han desaparecido y 90% de la vida en el océano ha sido exterminada, a punto de que las Naciones Unidas prevén que, a menos de que se produzca un cambio en la actitud, en 2048 no quedará ni un pez en el mar.


Nuestro sistema de producción es ineficiente e insostenible si hacemos las cuentas claras e incluimos los gastos de degradación medioambiental o costos sociales o de salud en los estados de cuenta. Por ejemplo, según el investigador y escritor Michael Pollan, la producción de comida en los Estados Unidos, es tan ineficiente que para producir una caloría de comida se gastan 10 calorías de combustible.


El paradigma de conquista del mundo natural, dominación y explotación no funciona. Hemos llegado al punto que Ronald Wright en su libro A Short Story of Progress (Una Pequeña Historia de Progreso) denomina “trampa de progreso”: las tecnologías y actitudes que nos llevaron al progreso, al ser amplificadas y seguidas a mayor escala, se convierten en nuestra destrucción; lo que a menor escala y hasta cierto punto fue productivo, está a punto de arrasar con todo a menos que seamos capaces de cambiar, transformar y reinventar.



“Una de las lecciones absolutamente claras de la historia y arqueología es que la economía saludable depende de un ambiente saludable. Economía no puede existir sin un ambiente sano debajo de ella, sosteniéndola. El problema es que con nuestro rápido avance tecnológico hemos encontrado maneras de tomar más y más del medio ambiente y hacer creer como si la prosperidad humana no tuviera nada que ver con sistemas naturales. Obviamente, lo contrario es cierto. Lo que hemos estado haciendo con todos estos métodos sofisticados de extracción es tomar cosas que no podremos sustituir nunca.”, dice Wright.


Muchas de las películas medioambientales presentan las ideas y los ejemplos en vía de implementación de cómo hacer una transición hacia “un paradigma de bienestar planetario que entiende que toda la vida es profundamente interconectada.” (del sinopsis de la película Money and Life). Desde la explotación al uso responsable y sostenible, desde la competencia a la cooperación, desde la avidez a la simplicidad y compasión, desde la dominación de la naturaleza al aprendizaje sobre los sistemas naturales y su imitación en ciencias aplicadas.


Las soluciones son múltiples y están emergiendo a todos los niveles. Todos somos responsables de la presente situación y todos somos una parte de la solución. El cine medioambiental nos desvela la verdad, nos pone en contacto con los ejemplos más inspiradores y nos revela una amplia gama de caminos entre los cuales cada uno de nosotros puede encontrar su nicho. ¿Cuál es el suyo?


Biografía del autor
Natasha Despotovic es Directora Ejecutiva de la Global Foundation for Democracy and Development con oficinas en Washington D.C. y Nueva York, Estados Unidos. Graduada en filosofía y literatura y lengua española, francesa e inglesa, Natasha cuenta con una extensa y muy diversa carrera internacional, desempeñando cargos de alta responsabilidad en el sector privado, público, no-gubernamental y multilateral en Europa, República Dominicana y los Estados Unidos. La Lic. Despotovic es Directora de la Muestra de Cine Medioambiental Dominicana.


 


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