En el corazón del Cibao
El Río Yaque del Norte bordea la ciudad de Santiago de los Caballeros, la segunda en importancia del país, con 710, 803 habitantes y una plataforma industrial y agrícola que la ha convertido en una de las comunidades más ricas de Las Antillas.
Un paseo por el centro de la ciudad permite apreciar su aristocrática arquitectura que complementa otros imponentes legados culturales: el monumento a los Héroes de la Restauración, la Catedral Santiago Apóstol y la Plaza de la Cultura.
El Centro León, es visita obligada porque es un activo escenario cultural que a través de sus colecciones de artes visuales y antropológicas ofrece en un recorrido espectacular que abarca los componentes fundamentales de la cultura y hábitat dominicanos desde que la isla era poblada por indígenas.
Una paseo en coches tirados por caballos, el contacto directo con una fábrica de cigarros –junto al Centro León- son parte de la oferta permanente de la ciudad.
En la provincia de La Vega, dos zonas montañosas, Jarabacoa y Constanza, son famosas no sólo por la fertilidad de sus tierras. La belleza de sus elevaciones en las que las bajas temperaturas le permiten tener una vegetación muy singular, la han convertido en lugar de recreación para dominicanos y extranjeros.
Jarabacoa, ubicada a unos 500 metros sobre el nivel del mar, con una población de unos 54,981 habitantes, es llamada “la ciudad de la eterna primavera”. Su clima promedio es de 22º centígrados durante todo el año, lo cual favorece el cultivo de fresas, manzanas, flores y vegetales. En la noche la temperatura puede descender hasta a menos de 10ºC.
Constanza cuenta con un parque nacional, el “Valle Nuevo”, que es también el altiplano más alto de Las Antillas, con 2,200 metros sobre el nivel del mar. Sus cultivos de papas y de flores ornamentales para exportación son parte de su gran riqueza natural.
En la ciudad de Constanza se puede observar el salto “Agua Blanca”, el más alto de las Antillas, llamado así por el color que toman las aguas en su caída a través de la montaña rocosa que le sirve de marco.
Por la belleza del entorno, así como por sus condiciones naturales, el turismo de aventura tiene en la comunidad un gran escenario. Los amantes de los deportes extremos descienden en balsa por el caudaloso río Yaque del Norte, suben para escalar y descender a rapel por los saltos de Baiguate y de Jimenoa o se adentran en los bosques en safaris en jeep, en motos o en bicicletas. Subir hasta la cima del Pico Duarte, el más alto de Las Antillas – con 3,087 metros sobre el nivel del mar- es otra posibilidad que se ofrece con la ayuda de guías y excursiones organizadas por empresas turísticas. En él nacen dos de los ríos más importantes del país, el Yaque del Norte y el Yaque del Sur. Las temperaturas más bajas del Caribe se registran aquí durante los meses de diciembre y enero, pues llegan hasta 8º centígrados bajo cero.
Las áreas que bordean el pico son las únicas en las Antillas donde hubo glaciación, según han determinado investigaciones científicas.
Fuente: Banco Central, Secretaría de Turismo, Banco Interamericano de Desarrollo