Polo IV
El Polo de la región Suroeste fue creado mediante Decreto No. 322-91, de fecha 21 de agosto de 1991 y abarca las provincias de Barahona, Bahoruco, Independencia y Pedernales, ocupando una superficie de 7,102 kilómetros cuadrados, con una población de 327,636 habitantes, ubicada en lo que fue el Cacicazgo de Jaragua.
El clima es variado lo que genera contrastes en la región, ya que existen zonas frías, húmedas y áridas, predominando estas últimas. Su producción más importante la constituyen los plátanos, las habichuelas, el café, el arroz, los vegetales y las uvas en el Valle de Neyba.
Los recursos mineros son: la bauxita, en Pedernales; la sal y el yeso en Barahona; el larimar, en Bahoruco, entre otros.
La mayor en extensión de las provincias que componen este polo turístico la ocupa Pedernales, con unos 2,075 kilómetros cuadrados, para una población de 18,054 habitantes, seguida por Independencia con una superficie de 2,006 kilómetros cuadrados y 39,541 habitantes. En Pedernales destaca la playa Bahía de las Aguilas, un balneario marino de singular belleza por sus aguas cristalinas, el cual forma Parque Nacional Jaragua.
Por su lado, Barahona ocupa una extensión de 1,739 kilómetros cuadrados y una población de 164,835 habitantes. Por último, Bahoruco ocupa un área de 1,282 kilómetros cuadrados con una población de 105,206 personas.
Tomando la ruta del sol poniente, a unos 200 kilómetros de la capital dominicana, se llega a la Provincia de Barahona, en la península del mismo nombre, primer punto de interés en un recorrido por el polo turístico de la región Suroeste, bendecida con un litoral de esplendorosa belleza, conformado por costas sumergibles, ideales para practicar la pesca. Las playas, que circundan esta tierra de paisajes paradisíacos ofrecen al visitante el encanto de sus colores y formas.
Ofrece singular atractivo el misterioso Polo Magnético, fuente de admiración del visitante con su desafiante movimiento contrario a las leyes de la física.
Otro lugar de interés es la Laguna de Rincón, reserva científica ideal para la observación de aves. Los manantiales de aguas frías, así como el manantial de agua termal y sulfurosa en Canoa, son algunas de las atracciones que el visitante podrá disfrutar en este lugar de ensueño.
Siguiendo la ruta hacia el Oeste, la dirección es la Provincia Independencia para visitar el Lago Enriquillo, que a 45 metros por debajo del nivel del mar, y con sus aguas hipersalinas es el lago más grande de las Antillas. Emergiendo del lago, se encuentra la Isla Cabritos, lugar donde el cacique Herniquillo (líder de los indígenas que se revelaron ante la explotación a que fueron sometido por los conquistadores españoles) tenía su refugio, hoy convertida en un Parque Nacional, cuya fauna, compuesta por el cocodrilo americano, las iguanas, los flamencos y otras aves acuáticas, traen el recuerdo de un paleo-mundo.
En el lado Sur del Lago Enriquillo se encuentran el bosque húmedo tropical de la Sierra de Bahoruco y la Laguna de Rincón, ofreciendo al visitante un dramático contraste entre el terreno árido que bordea el lago y la exuberante vegetación de los bosques húmedos de la Sierra de Bahoruco, recordando que en esta tierra dura y ancestral, los contrastes se suceden como cuentas de un rosario, pasando de playas a montañas, de bosques tropicales a balnearios de aguas sulfurosas, hasta áridas planicies.
En Pedernales se puede deleitar en los parques nacionales de Jaragua y Bahoruco, contemplando su gran biodiversidad (la más relevante del país) y abundancia de orquídeas endémicas, begonias y plantas xerófilas.
La laguna de Oviedo ofrece, para deleite del aficionado, su rica fauna de aves nativas y endémicas que la convierten en una de las mayores concentraciones de las Antillas.
El visitante quedará extasiado ante la más hermosa playa de las Antillas, Bahía de las Aguilas, bañada por las aguas del mar Caribe, acariciada por los rayos del sol, que reflejan su áureo resplandor sobre el manto de sus arenas.
Barahona