Polo I
Comprende la Región costera Sureste, formada por las zonas de Santo Domingo, Distrito Nacional, San Pedro de Macorís y La Romana. Abarca una superficie de aproximadamente 2,310 kilómetros cuadrados para una población aproximada de 2,571,964 habitantes.
La zona de Santo Domingo es la más extensa, con unos 1,401 kilómetros cuadrados y una población de 2,193,046 habitantes, seguida por la zona de San Pedro de Macorís, con sus 1,255 kilómetros cuadrados y 220,368 habitantes. La Romana, por su parte, abarca una extensión de 654 kilómetros cuadrados, para una población de 166,550 habitantes.
Santo Domingo, capital de la República Dominicana, goza del privilegio de ser la primera ciudad del Nuevo Mundo y cuna de la evangelización de América. Fue fundada por el Adelantado don Bartolomé Colón, hermano del Almirante Cristóbal Colón, en la margen oriental del Río Ozama, el 4 de agosto del 1496.
Como Primada de América, Santo Domingo posee, entre otros blasones, los de la primera catedral del Nuevo Mundo, la primera universidad, el primer hospital, el primer monasterio y el primer cabildo.
En 1990 la zona colonial de Santo Domingo, fue declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO): “Patrimonio de la Humanidad”.
El visitante podrá caminar por las adoquinadas calles e ir conociendo monumentos históricos de gran interés. Comenzando por la calle Las Damas, la más antigua del continente, se llega a La Torre del Homenaje, construida del 1503 al 1507 por don Nicolás de Ovando, se prosigue hasta la Casa de Bastidas, se continúa hasta la casa de Hernán Cortés, el Panteón Nacional, el cual albergaba la antigua Iglesia de los Jesuitas, el Museo de las Casas Reales, el Palacio de los Gobernadores.
Continuando el recorrido, se podrá observar el Reloj del Sol, construido en 1753 por Francisco Rubio de Peñaranda y que todavía marca la hora exacta. Justo al lado del reloj, se encuentra la Iglesia de Los Remedios y a escasos metros se destaca majestuoso y señorial el Alcázar de Diego Colón, Primer Palacio Virreinal, mezcla de estilos gótico y renacentista español e italiano, restaurado a fines de los años cincuenta.
Desde las galerías del alcázar se puede ver que al otro lado del Río Ozama, se levanta el imponente Faro a Colón, construido en la última década del siglo XX, en octubre de 1992, donde descansan los restos del descubridor de América don Cristóbal Colón y desde donde parten veintiuna avenidas, una por cada país del nuevo mundo y que confluyen en la Avenida de Las Américas. Anclado en un montículo, rodeado de jardines y desde el cual se proyecta, hacia las alturas del cielo caribeño, la cruz de luz que señala la iluminación del Nuevo Mundo.
Otros puntos de interés en la ciudad son: el Jardín Botánico, con entrada por la avenida Colombia; el Parque Zoológico, en la avenida Reyes Católicos y el Acuario Nacional, en la Avenida de España También el Mercado Modelo (principal centro artesanal del país ubicado en la avenida Mella), la Plaza de la Cultura que limita con la avenidas Máximo Gómez y las calles César Nicolás Penson y Pedro Henríquez Ureña, el Parque del Mirador del Sur, con una exuberante vegetación tropical y senderos para caminatas deportivas, que bordea la avenida Anacaona y la Avenida de la Salud, frecuentada por ciclistas, corredores y caminantes aficionados, entre otros.
Al salir de la capital dominicana, en dirección hacia el Este, por la Autopista de Las Américas, se puede visitar Los Tres Ojos, cavernas subterráneas de cielo abierto y río subterráneo de aguas transparentes, de color verde-azulado que dan la impresión de gemas preciosas.
Playas, palmeras y hoteles
Al continuar el recorrido, después de pasar por la entrada al moderno Aeropuerto Internacional de Las Américas Dr. José Francisco Peña Gómez, se llega a Boca Chica, una de las más hermosas playas del litoral. Sus aguas poco profundas de color aguamarina, con sus blancas y finas arenas, acompañadas de la brisa tropical, hacen de Boca Chica, la playa más frecuentada por los capitaleños y a los visitantes les ofrece todas las alternativas de un turismo estructurado, con múltiples servicios.
Al continuar el camino, se pueden visitar las playas Caribe, Juan Dolio, Guayacanes y Villas del Mar, bordeadas de cocoteros y diferentes opciones de infraestructura turística para el descanso y disfrute vacacional.
A escasos minutos de la playa de Villas del Mar se encuentra San Pedro de Macorís, fundada en los inicios del siglo XIX por inmigrantes árabes y europeos. Algunos de los edificios de la ciudad poseen un estilo neo-clásico y victoriano, que fue muy popular entonces. La abundancia de tierra feraz y el trabajo de los hombres y mujeres de esa región confluyeron para producir lo que se conoce como “Danza de los Millones”, época de prosperidad económica, fruto básicamente del cultivo y comercialización de la caña de azúcar y su producto industrializado.
Esta bonanza trae consigo la inmigración de mano de obra calificada de las islas inglesas cercanas, descendientes de ingleses y africanos, denominados cocolos, poblando los diferentes ingenios que operaban en la zona, quienes intercambiaron usos y costumbres con lugareños e inmigrantes.
Seguir el camino conlleva llegar a La Romana, enclavada entre hatos ganaderos y cañaverales. Cruzando el Río Dulce se encuentra Casa de Campo, el complejo turístico más completo del área del Caribe y uno de los 10 mejores del mundo. Es el Aeropuerto Internacional de La Romana el que abre al mundo las puertas de este paraíso turístico.
El visitante puede escoger aquí entre la más extensa variedad de opciones para su esparcimiento, tanto espiritual, como físico. Casa de Campo cuenta con varios campos de golf, entre los que destaca “Los Cajuiles”, uno de los más bellos del mundo. Los que gustan de la navegación, encontrarán la moderna Marina de Chavón, que permite al visitante el acceso al lugar que lleva el mismo nombre de la marina. Altos de Chavón, alberga “La Ciudad de los Artistas”, localizada en una meseta entre bosques milenarios, que ofrece múltiples servicios a los visitantes, un mirador desde donde se contempla la belleza del Río Chavón, bordeado de vegetación.
De importante atractivo turístico resultan las playas de Bayahibe, abovedadas por un cielo despejado, permitiéndole al astro rey desplegar su fulgor sobre las aguas, cuyas olas van a romper sobre una suave arena de nívea blancura. Excelentes instalaciones de infraestructura turística, ofrecen al vacacionista todo el confort requerido para una estadía agradable.
Santo Domingo
Juan Dolio-San Pedro De Macorís
La Romana