República Dominicana como escenario del séptimo arte

República Dominicana como escenario del séptimo arte

El año 1923 marca el comienzo de la industria del cine en República Dominicana, cuando Francisco Palau dirige la primera película que se puede considerar netamente dominicana, titulada La aparición de Nuestra Señora de La Altagracia .

El éxito de este film motivó al autor a repetir la experiencia y al año siguiente, contando en el reparto con toda una serie de jóvenes pertenecientes a la sociedad de la época, rueda Las emboscadas de cupido, que consiguió también una gran aceptación del público.

Durante toda la tiranía de Rafael Leonidas Trujillo no se rueda, sin embargo, ninguna película que pueda ser considerada dominicana, aunque en la segunda mitad de la década de los cincuenta, una secuencia de la cinta mejicana Canciones unidas , con la participación estelar de la cantante Casandra Damirón, se filma en los alrededores de la Feria de la Paz.

Muerto Trujillo, Franklyn Domínguez lleva a la pantalla su monólogo La silla que, protagonizado por Camilo Carrau, es una denuncia desgarrante de las torturas a las que fueron sometidos muchos dominicanos durante aquellos terribles treinta años de tiranía.

En esa década de los sesenta se realizan en el país algunas películas al estilo de Caña brava , La canción del Caribe , y Una mujer para los sábados , entre otras. Por la serie de rodajes que tienen lugar, en este periodo el país experimenta una especie de boom . En medio del apogeo se produce una alianza entre la casa productora La Trinitaria y una compañía italiana.

Es entonces cuando se filman producciones como Noa Noa , Samoa y El Dios negro , entre otras.

Alberto Lattuada se coloca detrás de la cámara para realizar una miniserie sobre Cristóbal Colón que cuenta con un reparto internacional de grandes estrellas, mientras que los españoles ruedan cintas al estilo de Order to Kill , Las alimañas , Perros de alambre y Vudú sangriento .

Muchos países latinoamericanos se interesan en hacer cine en República Dominicana.

Los puertorriqueños coproducen cintas como Tú, mi amor y Enrique Blanco, mientras que los venezolanos ruedan El crimen del penalista y los mejicanos hacen 7 orquídeas para un cuervo .

Nuestro país se transforma en Cuba o en Vietnam según las exigencias de los guiones, originándose una avalancha de títulos como Guaguasí y Los gusanos .

El punto culminante de estas filmaciones llega con El padrino 2 de Francis Ford Coppola, cinta que gana el Oscar.

Los norteamericanos continúan filmando en el país y, mientras William Friedkin rueda Sorcerer , Wes Craven hace La serpiente y el arco iris .

Una serie de problemas acontecidos durante la filmación de la Havana , del norteamericano Sydney Pollack, aleja durante años a Hollywood de nuestras costas.

En los noventa y a principios del siglo XXI sólo nos encontramos con algunas tímidas producciones como Dreaming of Julia o la serie televisiva española “Paraíso”, filmada en Río San Juan.

Durante ese tiempo, y a raíz del éxito de Nuebayol , se incrementa la producción criolla rodándose películas al estilo de Para vivir o morir , Cuatro hombres y un ataúd , Nuebayol 3 , Víctimas del poder , Tráfico de niños .

En el campo del documental, René Fortunato continúa trabajando con éxito y ofreciendo al público la historia política del país en imágenes: El poder del jefe , La violencia del poder , La trinchera del honor destacan por el impacto que genera la recopilación de escenas que recrean años de intensa pugnacidad política.

A partir del ascenso a la presidencia, por segunda ocasión, del doctor Leonel Fernández, la actividad cinematográfica se incrementa con la creación de la Dirección Nacional de Cine y el fortalecimiento de la Cinemateca Nacional.

Previamente, el país retomaba parte del sitial perdido como escenario de Hollywood con el rodaje de importantes producciones, como The lost city , Naufragio de amor , La fiesta del chivo , Hacia el sur , y Miracle banana, entre otras.

A mediados de 2005 se encuentran en etapa de preproducción filmes como Miami vice , de Michael Mann, y The good shepherd , de Robert De Niro.

Además, se celebran las proyecciones de nuevas producciones dominicanas, entre las que se encuentran: La victoria , Negocios son negocios , Éxito por intercambio , Cristiano de la secreta , Andrea y La maldición del padre Cardona .

Otros varios proyectos locales se encuentran en diferentes fases, mientras la Dirección Nacional de Cine avanza en la concepción y puesta en ejecución de un proyecto de largo plazo que impulse las producciones locales y permita los rodajes en serie de producciones internacionales.

Por: Arturo Rodríguez